La terapia con esencias florales considera que las enfermedades tienen su origen en desequilibrios anímicos y emocionales. Los preparados con esencias florales y en concreto con las comentadas en este artículo, las esencias de árboles de AIM, nos ayudan a superarlos.

A principios del siglo XX, el medico y homeópata londinense, Edward Bach creo el primer sistema de esencias florales. Una esencia es un preparado vibracional que recoge la información y la energía de una flor concreta. Los tratamientos con esencias parten del principio de que la mayoría de las enfermedades físicas tienen causas emocionales, mentales y espirituales, y es precisamente en estos niveles donde actúan. Un cambio de actitud mental y una armonización emocional son grandes ayudas en el proceso delicado de recuperar la salud. Al armonizar el plano espiritual y emocional con el físico, las esencias facilitan y estimulan nuestros propios mecanismos de autocuración.

Los sistemas terapéuticos basados en esencias florales forman parte de las medicinas vibracionales o bioenergéticas, y aunque su forma de actuar pueda parecer supersticioso para muchas personas, la terapia floral ha sido reconocida desde 1976 como sistema útil de curación por la OMS (Organización Mundial de la Salud)

Las 22 esencias florales de AIM descubiertas por Antonio Iborra en la década de los 90 se elaboran a partir de las flores de árboles de los 5 continentes. A la hora de preparar las esencias hay una diferencia fundamental con otros sistemas de terapia floral, y es que las flores no se cortan, se trabaja con flores vivas. De esta forma se respetan al máximo las características energéticas y vibracionales de la flor.

La flor es sumergida en un recipiente cristalino con agua que se cuelga del árbol y se exponen a los rayos solares un número determinado de horas. Para conservar la esencia se le añade un alcohol natural que mantiene todas las propiedades de la planta.

Todas las personas se puede beneficiar de las esencias. A diferencia de otros métodos, las esencias no pretenden enfrentarse directamente a los síntomas de una enfermedad pero sí son una buena ayuda para cualquier enfermedad. No sustituyen a los medicamentos, sino que los complementan. Se pueden tomar de forma paralela con cualquier otro tratamiento. Como su acción no es química sino energética, siempre nos ayudarán y facilitarán el camino hacia el equilibrio.

Una de las ventajas de las esencias florales y no solo de las esencias de AIM, es que con unos pocos conocimientos sobre las mismas podemos autoadministrárnoslas para conseguir superar esos pequeños desequilibrios emocionales y anímicos que a veces sufrimos. De todas formas el consejo de un terapeuta nos ayudara a encontrar la esencia más adecuada, sobre todo si es nuestro primer contacto con ellas.

En el caso de las esencias florales de AIM podemos guiarnos por nuestra intuición, la atención especial que puede despertarnos un árbol, o seleccionarla con un péndulo, pasando la mano sobre ellas, e incluso escogiendo una carta de los 22 arcanos mayores del tarot y mirando a que esencia corresponde.

Tabla de esencias florales AIM

Saludos a todos